domingo, 25 de enero de 2009

Mi tía no tiene sexo

En la sobremesa de un almuerzo familiar, un sábado caluroso, me contaron esta historia que ahora comparto con ustedes. El niño, pequeño y curioso de unos tres años de edad, a punto de cumplir los cuatro, le dijo a la mamá muy contrariado y con el ceño fruncido “mamá, mi tía no tiene sexo ¿no?” entonces la mamá entre sorprendida y confundida, le dice: “¿porqué dices eso hijito?, ¿le has visto?”, y sin saber exactamente qué responder le pasó la posta al papá, quien asumió que era el momento preciso para dar la primera clase de sexualidad a su hijito. Lo llevo al escritorio y le explico al detalle en qué consistía el sexo, la diferencia entre los niños y las niñas, las flores y las abejas, hasta le hizo un gráfico en una pizarrita; pero el niño no cambiaba la cara de preocupación. Pasó un rato y estando en el dormitorio de la casa, la mamá contesta el teléfono y el niño le dice señalándolo: ¡vez mamá, mi tía no tiene sexo! La mamá dejo escapar una carcajada y le aclaro con mucho cariño, “no hijito eso no se llama sexo, eso se llama anexo”. Ese niño curioso es ahora el papá de mis tres hijos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jua!!! Grande Tito!

En la revista Viva que sale los domingos con Clarín, hay un espacio en el que publican anécdotas cortitas de niños entre 1 y 7 años aprox. (creo que en la Somos de El Comercio, también, no?).
Algunas son muuuuy graciosas. Sí, sí, como ésta.
Abrazos para los 5 mosqueteros!