jueves, 2 de abril de 2009

El día de los Cuentos.

En mis recuerdos infantiles siempre hay un libro, sin embargo, no siempre fue precisamente infantil. Mi papá era un adicto a la lectura y leía sobre muchísimos temas, sin embargo sus preferidos (creo) eran sobre las historias militares, la segunda guerra mundial, y luego ya pasado los 50 se le dió por el ocultismo. El tenía libros por todas partes y siempre encontrábamos uno debajo de su cama y en el baño, los leía en español o en inglés. Definitivamente era un adicto a la lectura. El primer libro que yo leí fue uno de auto ayuda de Og Mandino, creo que se llamaba “El vendedor mas grande del mundo”, y fue a la edad de doce años. Pero antes me fui ensayando en lo que caía en mis manos. Recuerdo que cuando algunos días me quedaba en la casa de mis abuelos, leía los “Selecciones” recontra viejos (de los años 60) y eran revistitas que no dejaban de entretenerme. También recuerdo que recurrí a ellos porque mi abuelo, aunque estabamos de vacaciones, nos ponía horarios, y dentro del horario no se contemplaba la televisión hasta las 4 de la tarde, de alguna manera tenía que saciar el aburrimiento y eran con historias tan raras para una niña como “el hombre que salió adelante después de un tumor”, o con avisos de la “super lavadora con rodillo para enjuagar” , la última modernidad del año 69, obvio yo tenía aproximadamente 8 años y lo que estaba leyendo era ya prácticamente una reliquia. Hoy es el Día del libro Infantil y Juvenil, conmemorando el nacimiento de Hans Christian Andersen, autor de cuentos universales como El sastrecillo valiente, El patito feo, El soldadito de plomo, La sirenita, entre otros. Yo lucho diariamente por hacer que a mis hijos les guste la lectura tanto como a mi, JD (7años) ha declarado públicamente que no le gusta la lectura y yo siempre le digo que eso es mentira que a él sí le gusta, pero que no todas las lecturas le interesa y el me responde: “no mamá, no me gusta leer” y bien que se mete al baño con su comic bajo el brazo (¡hay los hombres!) en fin; Pablis aún es analfabeto igual que Esteban, pero trato de leerles siempre o por lo menos que vean las figuras, claro que cuidando mucho el librito ya que Esteban es capaz de desmembrarlo. Es una suerte que la literatura infantil haya crecido tanto, que hayan tantos libros, que hasta en el supermercado los puedes comprar al mismo precio que un pan de molde (con ayuda de stikers en el Metro y Wong) ni decir de darse una vueltita por Quilca donde unos puede encontrar muy buenas cositas, a precios más asequibles y por último, aunque no lo debería decir, están las ediciones piratas; ni la literatura infantil, que se supone es menos comercial se ha salvado de las copias ilegales. La cosa es que hay, solo hay que tener ganas y buscar. Es una gran herramienta que ponemos en las manos de nuestros hijos, es un mundo de fantasía abierto, estimula la concentración, la expresión verbal, los lazos afectivos, no hay niño mas feliz que cuando le dices: "Había una vez" y ni que decir de como estimula la creatividad, tan necesaria en todos los campos. Pero la lectura no viene sola, el lector se hace, es decir hay que cultivarlo y no vale apagar la tele y decirle al niño ¡ándate a leer! Si primero no te ven leyendo. Ojo al piojo, ahí empieza todo. Aqui encontre esta canción de un grupo mexicano que se llama "Los patitas de perro" muy divertida ¡Vamos todos a leer! http://www.patitadeperro.com/mp3/vamos_todos_a_leer.mp3

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