sábado, 20 de diciembre de 2008
Sueña, es Navidad
jueves, 4 de diciembre de 2008
FLOWERS IN THE WINDOW
A qué chica no le gusta que le traigan flores, hasta la más radical metalera, punk, emo, no podrá dejar de esbozar una sonrisa (seguro en su propio estilo) al ver que alguien le regala flores. Yo tengo quien me las trae todas la tardes y cuando no me encuentra me las deja puestas tiernamente en mi escritorio donde sabe que las encontraré al momento de reiniciar mi trabajo; además me repite miles de veces “te quiero” en todos los tonos posibles, en momentos no adecuados, no escatima, no se los queda, no los calcula, tan solo los suelta ¡y a mi me tiene cautivada! Aunque para él yo no soy una chica... para él yo soy una mamá (su mamá).
¡Yo también te quiero Pablito!
Aprovecho para compartir esta canción tan linda de TRAVIS, un grupo que me encanta. La canción se llama como este post.
miércoles, 19 de noviembre de 2008
Los Niños le escriben a Dios.
"Las cartas que aquí publicamos son solo una muestra. Si alguien se interesa por el libro, lo puede buscar en Amazon (http://www.amazon.com/Childrens-Letters-God-Stuart-Hample/dp/0894809997 ) con el nombre de "Children´s Letters to God".
Para Eric Marshall y Stuart Hample, las cartas "expresan creencias, anhelos, preguntas y dudas urgentes y comunes a todos los niños. Algunas son encantadoramente sabias, otras no tanto; algunas son astutas, ingenuas, otras sencillas; algunas reverentes, otras no tanto. Muchas tienen el peso de la seriedad; otras luminosidad de una sonrisa. Todas están dirigidas a Dios con mucha esperanza y fe en Él.”.
martes, 11 de noviembre de 2008
Abuelas en peligro de extinción
Cada vez que hablo con alguna amiga, me doy cuenta de lo mismo, cada vez es más difícil conseguir una abuela que cuente cuentos, que cocine los domingos, teja chompitas y le encante quedarse a cuidar a tus hijos los sábados por la noche.
Es verdad que aquí en Perú estamos muy acostumbradas a las madres que apoyan a sus hijos con el cuidado de los niños, pero yo tengo que denunciar que esta especie está en peligro de extinción. Son muy pocas las que quedan,quizas la mamá de Tito ( mi suegra)Conchito, sea una de la últimas, se los puedo garantizar. A propósito del post anterior “Mi tercer brazo” donde hablaba de la nueva vida de mi madre, pensaba que quizás ella es el máximo exponente de esta liberación “abuelina” pero luego conversando con amigas me daba cuenta de que es un gran grupo que cada vez se extiende más y más para nuestro pesar. Mi hermana y yo siempre le sacamos en cara a nuestra madre de que la abuelita Miguelina siempre se quedaba con nosotros los fines de semana, de que ella podía salir y divertirse tranquilamente porque había quien le cuide a los chicos (nosotros) mi mami, pone cara de yo no fui, porque de hecho que ya tiene un plan para el fin de semana y para no vernos ofendidas, no suelta la carcajada.
Algunas abuelitas modernas se encargan de los nietitos mientras sus hijas trabajan, es verdad, pero eso sí en cuanto la hija-madre cruza el umbral de la puerta, lo único que dejan es una estela de perfume porque ellas hace rato que se esfumaron a sus propios afanes. Si pues, ahora las abuelitas tiene vida propia y la defienden con uñas y postizos, ahora de un par de horas con los nietos, no pasan, además tiene que ser día de semana, y si es posible remunerado. Ellas se van de viaje por el mundo, se aumentan labios o se hacen la lipo, se meten al gimnasio, recordando sus setentas hacen yoga, están en primera fila en las mejores obras de teatro, se van a conciertos (como mi madre que se fue a ver y a gritar como loca las canciones de Marc Antony), ¡las viudas tienen varios pretendientes! ¡Se van al casino a gastarse el dinero de la pensión! Y nos dejan la imagen de antaño de abuelas en camisón, como un cuento de hadas. Y les digo la verdad, ¡¡que bien!! Yo creo que formaré parte de esa grey cuando me toque ser abuelita. Se que disfrutare mucho de mis nietos, pero seguro andaré metida en mis cosas también. O Quizás me vean paseando coches con la futura versión del Ipod, escuchando Coldplay, que para ese entonces será como escuchar la “nueva ola” ahora, a lo mejor me siento con mis nietos a jugar una partidita de algún video juego, que supongo que para esas época serán tridimensionales. A lo mejor me viene la inspiración y les hago galletas en el ultraplus moderno microondas. Yo seré una abuelita del futuro y conmigo estarán todas mis amigas que ahora se quejan de sus madres, quejándose de sus hijos que les quieren endosar a los nietos los sábados por la noche. Y quizás me anime y me ponga alguna vez el camisón solo para recostarme a contar los mejores cuentos de hadas de antaño.
viernes, 24 de octubre de 2008
Mi Tercer brazo
Cuando tienes un hijito pequeño le das la mazamorrita con una mano y puedes chatear muy tranquilamente con la otra, pero que pasa por ejemplo, cuando el peque, quiere que lo tengas cargado, te pide que le prepares el biberón, pero llora desesperadamente cada vez que lo dejas en el suelo, y además, hay dos o tres haciendo cola para su pedido como si uno fuera un MC Donald.
La respuesta es sencilla: Necesitas un tercer brazo.
No es que de pronto uno ande mal criando, haciendo todo lo que ellos quieren, pienso que cuando empiezan a ser un cuarto de docena, como es mi caso, cada chico reclama con más ímpetu su porción de cariño y engreimiento, una competencia por quien acapara más la atención. Mi esposo y yo somos concientes de esto y estamos a punto de volvernos locos. No mentira, tratamos de turnarnos, nos repartimos la torta: este para ti y este para mí. ¿Extenuante? si, porque a veces no nos queda tiempo para engreírnos el y yo. Desde que te nace el primer hijo nunca mas puedes estar tranquilo. La cosa es que cuando los hijos son chicos, te generan desgaste físico, luego cuando crecen y comienzan a caminar por el mundo, el desgaste es peor aun, es psicológico.
Ahora que mis hijos son pequeños, son juguetones, son gritones y son comelones, me da ganas de salir corriendo de la casa cuando los tres al mismo tiempo demandan cada uno algo, como por ejemplo: "¿me sirves yogurt con cereal?¿me das mi leche?,quiero pan con queso, ¿me alcanzas mi juguete que esta allá arriba?, ¡quiero caca!, teta, ¡mira mi dibujo!, ¿me ayudas a hacer la tarea?” Si pues, como que no te da tiempo ni para leer el periódico, si son bebés, ni para ir al baño. Pero del otro lado, cuando crecen ¿que pasa? El otro día tuve una visión tipo Rugrats de Grandes: Mi Pablito de ahora tres años diciéndome que se iba a hacer un trabajo con un grupo de amigos y yo preocupada de donde estaría, de cómo se vendría, de que no se largue a hacer otra cosa que no sea estudiar con los amigos. No Dios. Volví a la realidad con los ojos bien abiertos y cara de susto. Fue como un mal sueño. Menos mal que la vida tiene sus etapas y cada una es como el entrenamiento para la siguiente. Pero valore muchísimo este tiempo tan alocado de mis tres campanitas. También pensé que cuando eso pase me meteré a hacer cosas que me entretengan; como mi mama que al tener a sus tres hijos casados y en sus propias ocupaciones se ha metido en clases de bailes típicos y la verdad que esta tan entusiasmada por el asunto que ahora le pedimos que ya no baile tanto, que mande foto para verla. Ella es toda una artista que se anda presentando de evento en evento con su grupo de amigos de la tercera edad, tiene el doble de vida social que yo, esta mas al día en la cartelera que yo y se conoce mas canciones toneras que yo. Si pues para todo hay que tener un plan B. Por ahora, que alguien me fabrique un lindo y estético tercer brazo.
lunes, 15 de septiembre de 2008
Taz, taz.
martes, 12 de agosto de 2008
¡Jaque Mate!
¡¡¡Llego papa!!! Grité mientras Tito cruzaba la puerta pareciendo un Ekeko. Cargaba maletas de ropa, maletas de equipos, y mochila (con más equipos). Todos salieron corriendo por el pasadizo y saltaron encima de él justo cuando se enderezaba. Primero Esteban que se ocupo un brazo, Pablo que se ocupo el otro y JD que saltó a donde pudo y cayó en una pierna. Todos estábamos felices porque este viaje había coincidido con la última semana de vacaciones así que extrañamos un poco más a papá. Los chicos seguían trepados en donde podían. Era un loquerío. Tito empezó a sacar los regalos. Unos chullos para los chicos, unas pashminas para mi, las cajas del snack del avión. Al final de todos los revoltijos, empezó a desenvolver un periódico y parecía que una luz salía de este e iluminaba nuestros ojos a la vez que nos quedábamos boquiabiertos. ¡Guauuuuu! dijimos todos juntos. Era un lindo juego de ajedrez versión Inca con cajita de madera pintada al estilo cuzqueño. Dentro venían las piececitas de cerámica, unas miniaturas, y todos empezamos a agarrarlas para ver lo lindas que eran, y por accidente, Papo (JP), en un segundo, le hizo jaque mate al rey que acababa de llegar a nuestra casa.
viernes, 25 de julio de 2008
Vacaciones de julio
jueves, 29 de mayo de 2008
Las Amanecidas.
Ya voy por mi tercer café de la mañana y aun sigo con sueño. Esta vez, ni el “Red Bull” me salva. Esteban, alias “neno” de año y un mes, se esmera por dejarme mal. Por dejarme como la madre que no puede hacer dormir a su bebe toda la noche. Mis otros dos hijitos civilizaron su sueño aproximadamente a los 6 o 7 meses. Claro que recuerdo que para ese entonces me parecía un barbaridad que no durmieran ya de corrido ( jajaja cuando uno va conociendo la realidad) y conversaba con Malena, mi amiga que tiene 4 niñas y vive en Argentina, sobre como hacer que JD (que ahora tiene casi 7 años) se durmiera, ella me recomendó un libro: “Duérmete Bebe” que yo no pude conseguir aquí en Lima, así que me arregle como pude, mi creatividad a mil buscó varios recursos, como poner el biberón en la cuna envuelto en una tela para que no se enfríe y poder enchufárselo rápidamente y así seguir con mi preciado sueño. Ponía música (ese ha sido mi recurso mas efectivo) procuraba no darle de comer cosas que le dieran gases, y la verdad, ahora que hago repaso mental, era la cosa mas sencilla del mundo, no requería de ninguna ciencia. Pero con Teban, Esteban,…con este-ban-di- do, voy probando de todo, hasta llegar al tortuoso “déjalo llorar”, que logra que se me alise el pelo en una. “Parece que quiere teta” pienso yo, y le doy el biberón y se silencia, y sí, se queda dormido. Entonces asumo que lo que tiene es hambre, así que hay que calcular la cena con postre y repetición para que duerma con la panza bien llenita, pero a la siguiente noche, nada. También probé ponerle chupón a ver si succionando se calmaba, y la verdad que casi me da en la cara cuando lo tiró (claro ya esta grande). Lo sacamos a pasear dos veces al día para que llegue a la noche exhausto y nada. Hasta he llegado a pensar que le dan pesadillas porque aun no lo hemos bautizado (La conciencia negra). Además, toma tanta teta que a la madrugada hay que cambiarlo completamente porque se piló hasta el cuello. Ya probé con los inmejorables trucos del Discovery Home and Health , (“la niñera experta” y “niñera sos”) Eso de levantarlos y acostarlos cada tres minutos es mas tortuoso que dejarlo llorar y ponerse la almohada en la cabeza. Teban tienen un año y un mes y no duerme toda la noche de corrido. ¿Voy a ir a terapia de rehabilitación? (en realidad hay noches que llora y se despierta unas 5 veces, como la de anoche) y tendré que ir juntando para operarme las ojeras y hacerme el blanqueamiento a los dientes de tanto café que tomo. Y quizás alguno o alguna de ustedes tengan algún consejito… aunque ya estoy pensando que el chico se arreglara solo. ¿En algún momento tendrá que dormir toda la noche, verdad? Mientras tanto continúo mi trabajo café en mano, ¿Y Teban? Ahí feliz jugando.
miércoles, 28 de mayo de 2008
LO QUE PIENSAN LOS NIÑOS DE LAS MAMÁS...
martes, 20 de mayo de 2008
Vamos Castores!!!
¡¡Que lindo!! Asi son todos. Como que hoy por la mañana, muy temprano, a la hora que mi hijito va para el cole, me hace recordar que tengo que enviarle los materiales para su experimento. Y yo corro sin zapatos, empijamada, despeinada y con mis lentes desencajados (porque Teban, el menor de los tres, se chupo mis anteojos y obvio los dejo chuecos) a sacar el vinagre, el agua y el huevo. Y ¡oh sorpresa! cuando JD me dice: mamá por si aca no tengo que llevar un "huevo" sino un "hueso". Pequeño detalle cambiar una "v" por una "s" en la agenda de tareas, ¡¡¡¡Y para colmos uno crudo!!!! Abro desesperadamente el refrigerador y... chess solo hay nuggets!!! Cero de nota para la mamá que no pudo conseguir un hueso crudo y limpio, listo para el experimento a las 6:40 de la mañana.